Coronavirus, ¿por qué hay quienes entran en pánico y quienes menosprecian? Aqui esta la respuesta

Durante estas semanas de emergencia por Coronavirus la gente está reaccionando de formas muy diferentes: esto es desde un punto de vista psicológico por qué sucede.

Desde que nos atropellóEl tiempo de emergencia por coronavirus parece estar suspendido.

Nos parece increíble que desde China, donde parecía un peligro muy lejano de nosotros, haya llegado a nuestro día a día, trastornando nuestro equilibrio. ES ante todo esto seguimos siendo incrédulos.

Algunos ellos no saben que hacer, otros se creen invencibles y continúan sus vidas poniéndola en riesgo, otros han entrado en un pánico lo que no permite razonar con claridad.

Entonces, ¿quién dice que es solo la gripe o quién se abastece en el supermercado tiene razón?

Te explicamos lo que sucede desde un punto de vista psicológico.

(Continúe debajo de la foto)

Las personas implementan defensas que ya usan.

COVID-19 es un virus desconocido y como todo lo que se desconoce, genera muchos interrogantes y pocas respuestas.

Entonces sucede que las personas ponen en marcha mecanismos de defensa que ya utilizan a diario.

En otras palabras aquellos que normalmente tienden a negar o mantener las emociones a distancia (y, por lo tanto, miedo también), entonces probablemente también esté haciendo lo mismo con el Coronavirus.

Aquellos que entran en pánico fácilmente cuando se enfrenta a algo desconocido, como nuevas experiencias, también en este caso, estará experimentando la situación en un alto estado de tensión.

Las peligrosas consecuencias del comportamiento extremo

Quien menosprecia la situación o quien entra en un pánico incontrolado experimenta la misma situación de caos.

De hecho, los que no han entendido que estamos en medio de una emergencia sanitaria, se pondrán a sí mismos y a los demás en riesgo porque seguirán viviendo negando el momento que estamos viviendo y favoreciendo así nuevas infecciones.

Aquellos que entran en pánico, en cambio, generarán comportamientos disfuncionales que pueden llevar a otros riesgos (igualmente altos) como los supermercados tomados por asalto en los que no se respeta la distancia de seguridad.

En resumen, en ambos comportamientos el riesgo de infectar a otras personas y ser infectado será mucho mayor.

La razón se encuentra en algún punto intermedio

¿Qué hacer entonces? Es hora de usar la cabeza y entrar en contacto con el miedo.

Por supuesto el miedo es una emoción que nos salva de condiciones peligrosas como nos permite actuar.

En la situación que estamos viviendo, el miedo a estar infectado e infectar a los seres queridos sirve para aplicar todas las reglas que nos han indicado incluida una distancia de seguridad de al menos un metro, el lavado frecuente de manos y la prohibición del contacto cercano.

Por otro lado, es necesario mantener una claridad como para ponernos en contacto con nuestra parte más racional, la que mira los datos de la realidad y que logra vivir el aquí y ahora sin proyectarse en un futuro trágico.

¿El jugo? Vivimos este momento conscientemente #stateacasa y # tuttoandrà bene.

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